Los músicos no tienen nada que temer. Los fotógrafos, pintores, escritores, los realizadores cinematográficos… Es la hora, el siglo y probablemente el milenio del creador. He dicho bien, ‘creador’, y no intermediario. Lo siento por la industria y las sociedades de gestión.(...) No nos confundamos: hay artistas y hay mercaderes del arte. Cuando un artista ejerce de mercader deja de ser lo primero para convertirse en lo segundo.