De las 1.500 empresas chinas que hoy cotizan en bolsa, el 75% están controladas por el Estado. Todos los sectores estratégicos: producción y distribución eléctrica, petróleo, gas y carbón, química, telecomunicaciones, armamento, coches, aeronáutica, hierro y metales están dominados por empresas estatales. De los impuestos pagados por las empresas chinas, solo el 10% corresponden a empresas privadas.