José, trabajador de McDonald’s, fue despedido por consumir un McFlurry sin pagar tras su jornada. La empresa alegó abuso de confianza y fraude, pero José argumentó que el convenio le otorgaba derecho al helado. El Tribunal falló a su favor, declarando el despido improcedente. Consideró que el incumplimiento no fue grave ni intencional, y que el despido fue desproporcionado. La empresa deberá readmitirle o indemnizarle con 1.286,02 €. (STSJ País Vasco 2099/2019, 18/06/2019).