Cuento esta historia desde el móvil, así que seré breve y dejaré las florituras estilísticas para otro día. Hace muchos años, estudiando en Granada, una amiga americana profesora de español que vivió conmigo el año anterior, me pasó el contacto de un chico que venía ese año, por si se podía quedar en mi casa algún día mientras buscaba piso, y podía ayudarle. Llegó este americano risueño, agradable, muy simpático y abierto de mente. Su …