Fue captado por la CIA “para que construyera grupos paramilitares y escuadrones de la muerte”, siendo funcionario de la de la embajada venezolana en San Salvador, cuándo Leopoldo Castillo era el embajador de Venezuela en ese país: “desde esa Embajada se desataron escuadrones de la muerte en contra de religiosos, niños y dirigentes sociales”, señala esta información. Se detalla que González Urrutia se convirtió en un hombre de la entrera confianza de los EEUU participando con financiación y logística en la creación del ‘Batallón Atlacatl’