Año 2039. Los tiktokers dominan el parlamento español y queman, impunes, bibliotecas, filmotecas y librerías. Colegios y universidades son, desde hace una década, meras escuelas de danza y pseudociencias, dedicadas a la generación de contenido para la red social. Pero una guerrilla resiste en las calles repartiendo libros, películas y música "no coreografiable" y, apoyada por una parte de la sociedad, …