#16 Claro, estupendo. Y seguidamente hay que quitar cualquier referencia al sexo/género en los deportes profesionales de todo tipo. Y también quitar cualquier referencia al sexo/género en los aseos públicos y en las duchas de los vestuarios. Y también quitar cualquier referencia al sexo/género en los grupos de la Seguridad Social de apoyo al embarazo, a la menopausia, al cáncer de útero o al aborto involuntario.
Es decir, cojeas del mismo pie, exactamente del mismo, que las "feministas" transescépticas. Querías hacerte el digno y el adulto equidistante, pero, ¿ves?, sin quererlo, eres parte de uno de los dos grupos.
#85Conozco esa historia distópica, que poco a poco se hace real. Pero hablo de libros, no de software. En software soy un firme partidario del software de código abierto, tenga o no soporte de pago. Pero hay que pagar a los autores de los libros, y la piratería de los mismos lo impide. El drm está mal diseñado, si me dificulta leer mis libros por mi mismo donde yo quiera, y prestarlos (Kindle en USA lo permite, ojo, puedes prestar tus libros y temporalmente salen de tu Kindle, como cuando prestas un linbro de papel). Por tanto, creo que no debería existir, pero de alguna forma supongo que se debe favorecer que los autores cobren por sus libros (y a mi no se me ocurre otra forma). De hecho, el texto que has enlazado y sus añadidos de debajo pasan casi de soslayo por los libros y terminan centrándose en el software. Es vital que el software sea de código abierto y que los desarrolladores busquen forma de monetizarlo si lo desean, porque el riesgo de monopolios, puertas traseras, etc, es muy real.
#9 y las de grandes cilindrada, de madrugada ni con el doble acristalamiento, el que pasa a las 6am por mi calle solo puede desearle que le pase algo que seguramente no merezca
#26 los valores de la UE están más que claros y los compartimos los 27 países miembros, derechos humanos, derechos de la libertades y defensa de los estados.
#66 eso será en empresas que trabajen en Madrid, o con su sede allí. A mi me permite conciliar y en una ciudad mediana que vivo que no es Madrid es maravilloso.