Los perros conquistan las calles, los parques, los hogares y sus balcones. Ya los puedes llevar en el transporte público y a tomar una caña al bar. Las guarderías ya no son para niños, son para perros. En las estaciones de Metro te encuentras con anuncios gubernamentales recomendándote que adoptes uno.
España se ha convertido en un país de perros.
Todo sea por mantener un enorme negocio y unas redes clientelares cada vez más extendidas en base a una ideología supremacista y victimista. El día que llegue la motosierra seremos conscientes de hasta dónde se ha infiltrado esta mafia detractora de recursos públicos y privados.
España se ha convertido en un país de perros.