En Austin, Texas, un colegio comprime en dos horas lo que cualquier otro hace en ocho. Todas las asignaturas, de matemáticas a lengua, caben ahí. El resto del tiempo, los alumnos lo dedican a otras actividades: hablar en público, trabajar en equipo o sencillamente realizar un proyecto personal. Se deja espacio para el desarrollo de habilidades blandas.
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¿Qué podría salir mal?
#1 Eso dependerá si las otras seis horas de los colegios son paja de relleno.
No se si los niños estan mucho rato delante de una pantalla, tactil o raton, y teclado recibiendo conocimiento y dando feedback al sistema ia para la personalizacion de la respuesta educativa, cual sistema como duolingo pero para cualquier materia.
O el feedback en el aula para conocer a los alumnos lo toma el sistema ia de camaras del aula que graban todo lo que hacen y dicen los alumnos y el profesor.
Si le dejan se lo inventa absolutamente todo y encima te discute que es cierto lo que dice