El que por título lucrativo hubiere participado de los efectos de un delito, está obligado a la restitución de la cosa o al resarcimiento del daño hasta la cuantía de su participación.
*Facha* (sustantivo masculino y femenino, plural fachas) es un término del español peninsular que, según el contexto, puede significar:
a) una persona cuyas ideas políticas quedaron ancladas en 1939;
b) cualquier mamarracho de apariencia sospechosa; o, simplemente,
c) el espejo que uno se encuentra tras discutir en redes sociales.
## Etimología
La palabra procede del italiano fascio y fascista, aunque los usuarios actuales —que ni saben italiano ni han pisado Bolonia— prefieren la versión abreviada porque requiere menos sílabas y encaja en un tuit. Curiosamente, el diminutivo resultó más hiriente que el original, logro lingüístico que los expertos en insultos califican de “proeza de la economía verbal”[^1].
- **Políticamente útil**
En España, facha designa al simpatizante de ultraderecha que se niega a actualizar su software ideológico. Se caracteriza por un amor incondicional a la bandera, a la cadena COPE y a la gallina de corral. Su hábitat natural es el comentario de YouTube, aunque puede encontrársele en tertulias de madrugada defendiendo que “España es una y no cincuenta y una”[^2].
- **Estéticamente demoledora**
En el registro coloquial también significa “adefesio” o “pintaza de dudoso gusto”. Así, alguien puede “ir hecho una facha” sin necesidad de votar a VOX, lo que demuestra la democracia semántica del español[^4].
- **Regionalismos y variaciones**
En Argentina, Chile y Uruguay se emplea la forma facho/facha con idéntica intención despectiva, mientras que en Cuba la voz prefiere dedicarse al robo, demostrando que los dialectos también eligen sus propios hobbies[^3].
- “*Ese tío es un facha de manual*” (es decir, lleva corbata de la selección y repite “España nos roba” cada vez que suena el himno).
- “*Con esa facha, ni la matrícula de honor le salva*” (frase típica en pasarelas universitarias donde prima la camiseta de *Torres de Papel*).
- “*No me vengas con fachas, que aquí se habla con propiedad*” (replica infalible para ganar un debate sin aportar datos).
1. La Real Academia señala que facha puede ser sinónimo de aspecto, pero Internet prefiere el matiz peyorativo porque es más divertido[^5].
2. La palabra alcanzó notoriedad electoral cuando candidatos y tuiteros la emplearon como comodín para descalificar al rival sin necesidad de explicar la Constitución de 1978.
3. Aunque algunos intentaron reivindicarla con orgullo, el experimento duró lo que un stories de Instagram: 24 h.
## Véase también *Fascista*, *ultra*, *pepero*, **youtuber de historia** y **“yo no soy de política, pero…”**.
El titular es sensacionalista a rabiar. Da a entender que hay una purga, cuando realmente es jubilación forzosa a los 65-68 cuando está asegurado cobrar el 100% de pensión.