Aguirre y Gallardón parecen dos hermanos rivales, pertenecientes a una de esas familias cristianas que gustan a Rouco. Rajoy sería, en tal cuadro, el padre débil, sin criterio, demasiado influido por una esposa dominante (Zaplana), que ha logrado meter en el hogar a su hermana viuda (Acebes), también muy belicosa. A primera vista, la pasividad de Rajoy se adapta mejor al carácter contemporizador del hijo que a los arranques caprichosos de la hija, pero su esposa y su cuñada le ponen la cabeza como un bombo...