Hay dos orgullos franceses ante los que España tiene poco que oponer. El primero es Tony Parker, tres veces 'all star' y campeón de la NBA, el mejor de la final americana de 2007, base/líder de la selección. El otro es su mujer, Eva Longoria. Ahí podría haber hecho algo España con Elsa Pataky, si lo suyo, el rumor, hubiese prosperado con Pau Gasol, pívot/líder, el orgullo inigualable de los campeones del mundo.