Para "rotundo fracaso", lo de este hombre, que a lo largo de su vida no parece haber aprendido que el verdadero fracaso es cuando dejas de intentar algo aunque parezca imposible de lograr.
El coraje es ir de fracaso en fracaso sin pérdida de entusiasmo (Winston S. Churchill).
Cuando estudiábamos Euskera ya mayores, los compañeros de clase íbamos a tomar unos vinos (en Euskera, claro) los viernes después de clase. Al principio, cuatro palabras mal contadas entre todos, pero cuando íbamos ya unos cuantos vinos, menudos diálogos y menudas risas echábamos. Contábamos hasta chistes. Nos peleábamos por hablar. Siempre comentábamos la posibilidad de tomarnos unos cubatas antes del examen oral que teníamos en junio.
Y teniendo todo eso, ¿merece la pena seguir haciendo el ridículo balbuceando estupideces a la vista de toda España ? ¿No estaría mejor viviendo de esas propiedades sin tener que estrujarse el cerebro para soltar la típica sarta de bobadas sin sentido cada cierto tiempo? Yo creía que estaba "pelao" y no le quedaba más remedio que seguir haciendo de teleñeco.