A ver, que la hija no llega a mileurista. Con otros gastos y circunstancias, probablemente está bastante más apretada que el padre. El titular casi da a entender que se suena la nariz con billetes morados.
Vaya sensacionalismo que maneja el artículo. Los ejemplos que ha buscado directamente no encajan en la premisa. Ni Franco, ni Mussolini, ni Salazar fueron elegidos democráticamente, y hasta el caso de Hitler es, cuanto menos, cuestionable. Orban es quizás el único ejemplo, y eso siendo flexible en las interpretaciones.
Llamar líder israelí a este hombre es un tanto sensacionalista. Pero claro, si lo llamas víctima del atentado del 7 de octubre que perdió a su familia y una pierna, pues como que parece un poco menos radical.