Cuando los vehículos autónomos empezaron a recoger pasajeros comerciales en San Francisco hace dos años, manifestantes salieron a la calle para exigir que retiraran los vehículos, alegaban preocupaciones por la seguridad y pérdida de puestos de trabajo. Entonces, un vehículo autónomo atropelló y arrastró a un peatón, y poco después acabaron por retirarlos de circulación. Sin embargo, Waymo, de Google, una empresa de vehículos autónomos con un enfoque más prudente, se quedó, y hoy la situación ha dado un vuelco.
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Y los luditas patalearán, pero el futuro llegará.
Sí hombre.
Si ya me parece caro un taxi, no quiero imaginar por qué pagar un 30% más por el mismo trayecto. Quizás para no escuchar a un tipo conduciendo mientras te da la chapa. O te la cuela dándote un tour por la ciudad que no conoces y te cobra un 100% más.