Los pueblos y ciudades de nuestra geografía se preparan para acoger sus fiestas populares. En muchas de ellas, con un escaso control por parte de la Administración, se organizarán espectáculos taurinos. El movimiento contra la tauromaquia, muy activo en los últimos tiempos, prepara su réplica en forma de denuncia pública contra el maltrato de los animales. Sus acciones directas en plazas de toros y encierros, más allá de la hostilidad manifiesta de los aficionados a la lidia, cada vez más minoritarios, han conseguido extender la oposición..