Un mercado como el ICE, creado en 2000, y carente de supervisión administrativa, que sería objeto de manipulación por parte de sus miembros, fundamentalmente compañías petroleras y bancos de inversión (sí, claro, está Goldman Sachs). ¿Cómo? A través de los llamados round-trips, operaciones ficticias que sirven para marcar precios de referencia y que, en algunos casos, supondrían hasta el 80% del total negociado por determinados operadores. El resultado es un volumen mensual equivalente a 50 veces la producción del Mar del Norte (Brent).