Mao era mucho de estas estratagemas. Sólo hay que ver la que lió con la revolución cultural. Y todo fue para encenderles el fuego bajo el culo a los que él consideraba amenazas a su poltrona.
Es un testimonio relevante porque proviene de alguien que vive en Jerusalén desde hace 50 años y, al ser un judío hijo de supervivientes del Holocausto, no le cabe el sambenito del antisemitismo.
Cuánta ingenuidad. Para estos casos los sionistas acuñaron la expresión "judíos que odian su propia condición" o "self-hating Jews".
Como siempre, importando las polémicas artificiales más penosas de los conservadores americanos. El día en que la derecha de este país piense algo por sí misma se provocan un esguince de neuronas.
A ver, poca guerra hubo, porque si la SNES tiene bastantes cartuchos con sus chips extra (seguramente para compensar una CPU principal algo más lenta), Mega Drive apenas si los tiene.