"Es un caso de lo más inusual. Ya no es que muera una persona en un calabozo, es que muera un chaval con discapacidad psíquica del 66% y de una parada cardiorrespiratoria". Valentín Palermo sólo tenía 29 años. Aparentemente, "era un joven inofensivo, muy tranquilo, jamás violento ni agresivo y, además, muy conocido en la zona tanto por las autoridades como por todos los servicios de sanidad que se le puedan ocurrir", narra a EL ESPAÑOL su padrastro, Daniel Ropero.
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etiquetas: custodia policial , muerte
Por supuesto al cabo de los años considerado culpable y consecuentemente decidió dejar el cargo político que entonces ostentaba y seguir discretamente con su reconocida carrera profesional.
Aunque haya numerosos irregularidades que he presenciado, desde aquello, mi desconfianza con la policía es absoluta.
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Y qué HDP los que lo utilizaban de mensajero.