Las videogafas, que se utilizan como unas lentes normales, emplean dos pequeñas pantallas de cristal líquido para dar al espectador la sensación de que está viendo un televisor de pantalla grande desde una distancia de unos dos metros. Las videogafas no fueron muy populares cuando se presentaron en los años noventa. Pero las nuevas versiones, fáciles de utilizar, son cada vez más ligeras, baratas y portátiles, aunque todavía parecen llegadas del espacio exterior.