Está barato porque hay un exceso de producción de crudo frente a una baja demanda, porque el mundo crece menos y aumentan las energías alternativas. Se espera que el petróleo siga barato este año y los próximos (sobre 65 dólares), lo que ha permitido ya una rebaja de los carburantes (Ojo: menor de la debida) y una baja inflación, en España (2,2% en abril) y Europa (2,4%). Pero no hay que bajar la guardia, porque la importación de petróleo nos cuesta 46.251 millones de euros (2024), un 32% más que en 2019.