#290 no bueno, tanto no, mi padre es peroodista, conozco unos cuantos famosos de aquí. Una vez, mi padre, terminó cenando con Darin y la familia de Almodóvar, en el cumpleaños de la madre del mismo, cuando fueron a un festival de cine en España.
#17 me lo habré cruzado muchísimas veces en el subte cuando iba o volvía del colegio cuando era adolescente. Siempre me pareció loquisimo que haya terminado siendo Papa.
#3#7 Decís que su lenguaje es pobre. No, querido: es paupérrimo con premeditación y alevosía.
No es la torpeza de quien no puede,
sino la estrategia de quien no quiere.
Trump y Musk no empobrecen el lenguaje por ignorancia,
sino por cálculo: saben que la palabra desnuda no perturba al rebaño.
Que el verbo llano no despierta, adormece.
Y que en un mundo saturado de ruido,
el mensaje más rudimentario se impone como verdad revelada.
Hablan como hablás cuando no querés que te entiendan,
sino que te repitan.
No buscan interlocutores: buscan replicantes.
Es el triunfo del silogismo mutilado,
la apoteosis del tweet sobre el tratado,
la era donde el pensamiento complejo fue reducido
a slogan de supermercado.
No son líderes, son algoritmos parlantes disfrazados de mesías.
#6 depende, los deportados a El Salvador? Los niños separados de sus padres por ser migrantes en la frontera? O esos no cuentan por no llevar papel? Como diría Manu Chao.
#19 Claro, Leonardos DiCaprios hay pocos. Pero cada uno de ellos contamina como cuatro millones de personas de clase media americana.
Y no lo digo en verso: hay más de 26 mil jets privados en el mundo, usados como quien agarra el auto para ir al McDonald’s.
Un solo viajecito de esos puede emitir tanto como un año entero de vida de un ciudadano medio.
Y eso, sin contar yates, autos hipercaros ni los sistemas logísticos que mueven la basura de lujo de quienes jamás pisan el transporte público o el mismo plástico para generar envases de un solo uso.
El problema no es cuántos Dicaprios hay,
sino cuánto destruye cada uno mientras el mundo lo aplaude por reciclar una botella o hasta es embajador del “medio ambiente para la ONU”.
¿Te parece poco? A mí me parece la perfecta metáfora del sistema:
el pobre educado en culpa,
el rico blindado en impunidad y hasta premiado.
Nos repiten que con cada compra votamos. Que si comemos basura es porque elegimos el tacho. Pero nadie elige nacer dentro de un sistema que cocina con plástico, sazona con culpa y fríe todo en neoliberalismo líquido.
No somos consumidores: somos consumidos. Y aún si dejáramos de masticar la mentira, nos tragaría igual el contexto.
Porque la industria no tiene rostro, ni remordimiento.
Es una hidra de logos sonrientes, sin alma ni escrúpulo.
Y vos, pobre hijo del supermercado, creés que por no comprar un alfajor vas a cambiar el sistema.
No sos un héroe por leer etiquetas.
Sos un pez lúcido en un océano de petróleo,
que entendió la trampa… pero no puede dejar de nadar.
#12 el daño que un individuo de clase media para abajo puede hacerle al planeta es MÍNIMO en comparación con el jet privado de Leonardo Di Caprio, o el volumen de plástico para hacer postres que se consumen solo una vez, las botellas, etc, etc… o todas esas industrias que mencionas.
Es realmente ridículo invertir la carga de la culpa a los consumidores que no pueden más que elegir entre una muy poca variedad de opciones realmente ecológicas y sostenibles.
#1 no es tan sencillo, lo mismo con la industria del plástico de un solo uso, pero bueno, hay que madurar un poco para tener esas discusiones de forma adulta y no simplista.
#4 Ah, la vieja costumbre posmoderna: disparar contra el medio cuando el mensaje incomoda.
¿La fuente? Qatari, rusa, marciana… da igual. Lo que importa no es quién lo dice, sino qué se dice.
Descalificar por origen es puro ad hominem geopolítico. Si mañana Wikileaks reviviera pero lo auspicia un panadero afgano, ¿invalidamos los documentos o los leemos?
En el capitalismo de la información, la verdad no se busca: se gestiona. Se combate lo que se revela, no porque sea falso, sino porque pone en crisis el relato oficial.
Así que menos etiquetas, y más lectura crítica.
Porque a veces el mensajero no molesta por lo que es…
sino por todo lo que revela.
#9 como los “falsos” túneles debajo de la sinagoga de una tal sede mundial del movimiento jasídico Jabad-Lubavitch en Crown Heights, Brooklyn…. Pero bueno, si decís algo con respecto a esta gentil comunidad tan pacífica te cancelan.
#4 creo que confundes el enfoque o “escuela de pensamiento” médico holistico con uno paliativo. En algunos países prefieren poner parches que ir a la raíz del problema.
#13 ja! Vivo en Argentina, los precios las últimas semanas aumentaron de forma extrema. Si los K dibujaban los números, estos directamente los inventan.