#228 Que los árboles no te impidan ver el bosque, amigo. La frase es magnifica, genial, y aterradoramente acertada. Como tú, estoy en las antípodas de ser un fan de Churchill, pero tiene unas cuantas frases geniales y eso hay que reconocérselo.
Hacer la normativa está muy bien. Donde yo resido creo que ya se prohíbe tirar petardos en la calle. Pero, ¿quien vela por que se cumpla?.
Estas cosas solo funcionan o bien con policía en las calles que haga cumplir las normas o (lo ideal) con gente responsable, respetuosa, educada, cívica... etc, etc... desgraciadamente no hay ni lo uno ni lo otro.
#171 Lo siento nene, pero sí, la política falló a la gente. Dime sino qué es lo que hizo Mazón y su desgobierno. Puedo estar contigo en que después los medios de manipulación echaron la mierda también contra el gobierno para difundir la narrativa de que 'todos son iguales' y que esto ayudó aún más a esa desafección. Pero está claro que en un primer momento la política falló a la gente.
#49 Es bochornoso. Pero no quieren se agache ante quien en dos asociaciones de delincuentes, medievales, y que forman además parte de un mismo engaño (dios, patria, rey), si no el mero hecho de su existencia.
Y digo yo, alguien ha preguntado si las víctimas eran de esta secta de mierda?, y si eran de otra? O de ninguna?. Supongo que para estos y para los políticos su opinión cuenta tanto cómo contó su vida: una puta mierda.
Pongo esto aquí ya que la mayoría de los comentarios parecen que no se han leído la noticia:
TLDR: No, no vale con tan solo poner una cerradura que abras en remoto pq la ley tiene otras restricciones.
Requisitos más estrictos. Así, la nueva regulación exige que todos los huéspedes, independientemente de la duración de su estadía, sean registrados en persona en estaciones de policía locales. Esto reemplaza la práctica previa donde los anfitriones enviaban documentos de los huéspedes, como fotografías de pasaportes, a través de servicios de mensajería.
A partir de ahora, los anfitriones deberán realizar el registro físico de manera obligatoria, eliminando cualquier posibilidad de auto check-in sin supervisión y obligando a un contacto directo entre anfitriones y huéspedes para realizar los registros.