La persona que decide (en una relación cerrada, se entiende) irse con otras personas lo hace de forma consciente y meditada. El cuento de "estaba borracho, no sabía lo que hacía" es una de las excusas más pobres que una persona con poca autoestima puede utilizar para justificarse porque no es algo que ocurra de forma espontánea; acostarse con otra persona implica mínimo haber dado con otra persona que quiera hacerlo, cometer la acción física que corresponda y finalmente, una que no suele ocurrir estando en ese estado: no contarlo.
Las tres etapas suponen decidir que quieres engañar a la otra persona por el motivo que cada uno considere: alimentar una fantasía, equilibrar una situación que considere injusta, sentir una "libertad" de la que no disfruta...da igual. Pero ha elegido. Y como elección que es, tiene unas consecuencias que tiene que asumir, que suele ser el rechazo de la otra persona.
Así que un o una infiel sólo está eligiendo un rumbo específico para su relación. No son víctimas de nada, son origen de un futuro problema. Cero empatía con esas personas.
#13 Conozco un tipo cortito, pero cortito, que es "amigo" de uno de Vox. Que le ha vendido la idea que cuando Vox esté en el poder en Andalucía, a él le nombrarán jefe de servicio. Ni me molesto en explicarle que cuando pase eso, será así, pero del servicio donde va la gente a mear.
No sé tu edad, pero si comparas una obra de ahora con una de finales de los 90 te ibas a sorprender de la diferencia y la cantidad de máquinas que hacen cosas que se hacían a mano antes.
#1 Esto es un megalómano tratando de que no le lleven ante la justicia usando a su pueblo como moneda de cambio, y este parece encantado de hacer de escudo humano.