#45 En París son muy poco acogedores con cualquiera que no sea de allí. En el resto de Francia, depende. En mi experiencia, cuanto más al sur, más agradables.
#13 Nunca me ha gustado el fútbol. Antes, era medianamente posible ignorarlo. Ahora, acaban metiéndotelo hasta en la sopa, por activa o por pasiva. Cada día más asqueado de esa mierda de “deporte”.
#11 Conociendo internamente la forma de funcionar de varias grandes empresas y ayuntamientos de España, la secuencia que describes es la más probable.
Al final juntas la manía por controlarlo todo, la incompetencia y protocolos mal diseñados (si es que existen) y tienes en las manos una bomba de tiempo, esperando el momento adecuado para explotar.
#23 ¿En tu ciudad no hay perros, palomas o simplemente gente guarra? Y respecto a los felpudos de los portales, son más máquinas de socializar mierda que otra cosa.
#5 No sé quién entrará en tu casa. En la mía solo mis amigos y familiares. Todos ellos muy limpios y sin ningún problema de olor de pies. Lo cual no impide que, antes de entrar, tengan que atravesar aceras llenas de meados y mierdas de perro, cagadas de palomas y, en los fines de semana, alguna que otra vomitona. Prefiero que no esparzan todo eso por mi casa.
#45 Pues eso. Toda tu puta vida viviendo con el SMI y sin poder comprar nada con cierto valor. La próxima vez, que haga la pintada en el salón de casa de su madre.
#24 Totalmente de acuerdo. En Europa alguien que se atreve a montar una industria es un presunto delincuente, al que hay que supervisar y regular hasta la extenuación. En China, una pieza del mecanismo que debe llevar al país a la prosperidad y la abundancia. Así nos va.
#20 Cuando la derecha tenga la mayoría, utilizará esto a su antojo. Entonces vendrán los lloros. Lo mismo que ha pasado con la ley mordaza, pero al revés. Que parecemos nuevos.