Según un informe de Glassdoor, los trabajadores más jóvenes ven sus trabajos como un medio para conseguir estabilidad financiera, pero reservan su pasión y ambición para las horas libres y para trabajos secundarios cada vez más lucrativos. Es lo que se ha llamado minimalismo profesional: simplificar el trabajo diario y limitar su responsabilidad a lo mínimo y a aquello establecido en su contrato. Nada más. El motivo es evitar las largas jornadas laborales, el estrés y el agotamiento para posicionarse contra la cultura del ajetreo.
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Los boomers decían: me engañan en el sueldo, pero no en lo que trabajo. Hemos calentado muchas sillas en horario laboral.
Un trato decente.
¿Para qué dejarme el tiempo en trabajos de mierda, si siempre van a ser una mierda?
Va a haber una generación nacida a partir de 1970 que se va a ver con varias propiedades y los nacidos a partir del año 2000 ni te cuento.
Ese análisis tuyo no es muy bueno. No es la ley del mínimo esfuerzo. Si no voy a poder tener un sitio en el que establecerme y poder realizarme como persona, para qué el esfuerzo?