Vamos a desastre por legislatura del PP en cualquier instancia del estado. Pero la capacidad letal del PP va in crescendo. Si el problema de la comunicación de resultados en el screening de cancer de mama es el que es, han superado a Ayuso. A este paso no paran hasta superar Auschwitz.
Hasta 2022, el sistema de seguimiento de estos cribados estaba gestionado por la EASP [...] Pero ese año, el control pasó a una empresa privada [...] NTT Data
BULO
NTT Data no es una compañía médica. Es una empresa informática, y el contrato era de servicios informáticos. en.wikipedia.org/wiki/NTT_Data
Es decir, NTT Data no podía ser responsable de la realización de pruebas médicas y seguimientos porque no es su trabajo. ¿Acaso hasta entonces se… » ver todo el comentario
#4 El profesor parece cabreado por perder su puesto cuando dice: la digitalización y la modernización tecnológica han servido para encubrir opacidad y deshumanización.
#4 Entonces, ¿la responsabilidad es de los ciudadanos andaluces? Porque, según esa lógica, ni los responsables políticos ni la empresa que recibe el dinero público para subcontratar personal y prestar un servicio tendrían culpa alguna.
March denuncia una pérdida de control público y una ausencia de sensibilidad institucional. La antigua EASP, con su perfil académico y sanitario, mantenía una visión centrada en la prevención y el seguimiento de los pacientes, mientras que la nueva gestión privada, vinculada a una lógica técnica y contractual, habría actuado bajo otros criterios. Según March, lo más grave no fue el fallo informático, sino la carencia de atención y control institucional sobre una herramienta que trataba con vidas humanas.
NTT Data no es una compañía médica. Es una empresa informática, y el contrato era de servicios informáticos.
en.wikipedia.org/wiki/NTT_Data
Es decir, NTT Data no podía ser responsable de la realización de pruebas médicas y seguimientos porque no es su trabajo. ¿Acaso hasta entonces se… » ver todo el comentario
March denuncia una pérdida de control público y una ausencia de sensibilidad institucional. La antigua EASP, con su perfil académico y sanitario, mantenía una visión centrada en la prevención y el seguimiento de los pacientes, mientras que la nueva gestión privada, vinculada a una lógica técnica y contractual, habría actuado bajo otros criterios. Según March, lo más grave no fue el fallo informático, sino la carencia de atención y control institucional sobre una herramienta que trataba con vidas humanas.