China lleva medio siglo plantando barreras verdes para frenar la desertificación y el cambio climático. La Gran Muralla Verde empezó en 1978 y ha contribuido a que la cobertura forestal nacional supere el 25% del territorio, un salto enorme desde el 10% de 1949. Muchos estudios han aplaudido la recuperación ecológica, pero también señalaron efectos colaterales sobre el agua, porque más vegetación, sobre todo árboles con raíces profundas, liberan más humedad. Ahora, un trabajo en Earth’s Future pone números a ese intercambio entre verde y agua.
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etiquetas: china , árboles , ciclo del agua
ojalá el resto del mundo hicieran lo mismo.
La queja del artículo es que esas zonas verdes producen agua y humedad, pero que no necesariamente china se beneficia de esa agua a mayores pq los vientos pueden transportar esa agua fuera de China. Si es así, si más paises siguieran este model de plantar árboles, todos nos beneficiariamos
Si quieres leer: www.miteco.gob.es/content/dam/miteco/es/biodiversidad/temas/desertific se hace entretenido.