Llama mucho la atención este trágico coro griego, este penoso desfile de almas en pena, esta procesión de flagelantes, este cortejo fúnebre, esta interminable comitiva de periodistas y tertulianos a sueldo de las cadenas de radio y televisión de la llamada derecha mediática, rasgándose una y otra vez las vestiduras por la escandalosa corrupción del PSOE, de todo el PSOE, naturalmente, aunque los casos sean los de tres asquerosos y repugnantes dirigentes que le habían cogido el gusto a meter la mano en el cajón de los dineros públicos.