En septiembre de 2006, el porcentaje de préstamos dudosos sobre el volumen de crédito total subió al 0,412% desde el 0,385% de agosto. Al analizar estos datos la primera conclusión que se obtiene es que, si bien es cierto que la morosidad ha crecido, no lo ha hecho de forma significativa. Sin embargo, la realidad es bien distinta. La morosidad ha aumentado y, además, de forma virulenta, muy especialmente en lo que se refiere a hipotecas.