Los restos flotantes chamuscados parecen ser la primera prueba física de la campaña estadounidense que ha destruido 29 embarcaciones y matado a más de 100 personas en el Caribe y el Pacífico oriental. Se supone que todas las demás embarcaciones alcanzadas se han hundido junto con su tripulación y su carga. El ejército estadounidense no ha ofrecido pruebas de que las embarcaciones que ha destruido transportaran sustancias ilícitas o pertenecieran a redes delictivas.
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