En el episodio de hoy de “Mercanorama” os propongo abrir otra caja con múltiples universos, se trata, efectivamente, de la caja del mercado. Por un lado tenemos el mercado real, el de productos que existen, se consumen y sirven para algo. Por otro lado tenemos el mercado fictício, el de productos que puede que no existan, en su mayoría no se consumen y generalmente no acaban sirviendo para nada. Lo paradójico de esta caja es que la segunda es mucho más grande que la primera. Como ejemplo, veremos la caja del petróleo.