Lejos de haber sido un simple matarife a las órdenes de la horda que pulverizó Camboya entre los años 1975 y 1979, el maestro de escuela Kaing Guek Eav, alias Duch, fue uno de los ideólogos del genocidio que juzga un tribunal internacional de la ONU. La fiscalía pidió 40 años de cárcel para el hombre que cuatro años antes de hacerse cargo de la cárcel S-21 había defendido la cruenta purificación nacional para establecer sobre las tumbas de los purificados una sociedad colectivista, agraria, sin automóviles, ni dinero.