Xavier Pericay cuenta a sus lectores verdades de "perogrullo", que acumuladas, debieran preocupar a todos aquellos que hasta ahora miran para otro lado: "Vivimos en un país donde no existe otra lengua institucional que el catalán. Vivimos en un país que dispone de un sistema público de enseñanza catalanizado de arriba abajo. Vivimos en un país donde los comercios, grandes o pequeños, están sujetos a una normativa que no les permite rotular sus establecimientos únicamente en castellano y sí rotularlos, por el contrario, únicamente en catalán." Y apuntilla: "¿Se imaginan ahora lo que puede venir si se aprueba el nuevo texto estatutario? ¿Se imaginan de lo que son capaces esos mismos que han actuado durante años al filo de la ley, cuando no al margen, si tienen a su favor esa misma ley?"