Sorteo del Gordo de Navidad, un día anual de la marmota en el que, como en la peli Atrapado en el tiempo, sólo cambian más o menos simpáticos detalles. Los matemáticos nos explican por enésima vez la poca probabilidad de que ganes el gordo (hablando ahora de granos de arroz en vez de rayos o de accidentes aéreos), la tontuna irracional de creer que es más probable que te toque si compras en doña Menganita, pero menos si adquieres números feos, etc. Pero, ay, con la superstición hemos topado, amigo Sancho...
|
etiquetas: juego , lotería , navidad , superstición
Yo por 20 euros del boleto no me quedo con cara de gilipollas cuando a toda la grupeta les ha tocado algo.
Alucinante el cabreo y preocupación de que no ha podido comprar un décimo.
Aquí uno que lleva años asombrado de la ludopatía patria en estas fechas. Vaya país.