Los fabricantes de automóviles, las compañías aeroespaciales, las empresas de semiconductores y los contratistas militares de todo el mundo dependen de las tierras raras chinas. Neodimio, Praseodimio, Samario, Disprosio y Terbio, son minerales que para convertirlos en materiales utilizables es un proceso complicado, peligroso y altamente contaminante que mayoría de los países del mundo evitan sin contar los costos ambientales que son directamente insostenibles