La trabajadora primero comprobaba si los boletos tenían o no premio, y luego, tras la consulta, compraba ella misma los que habían resultado premiados y vendía al público los que no
Y a los periodistas que corrijan la noticia
Concretamente, el modus operandi de esta trabajadora era comprobar si los boletos tenían o no premio para posteriormente cobrar los que resultaban premiados y, los que no, venderlos al público.
Pues hombre #0 muy agudo el amigo no parece si han matado a 2 de sus hermanos, que le hace pensar que no le va a pasar lo mismo a él y le van a silenciar también. Que candidez.
#49#0 Eso os pasa por hacer caso a las recomendaciones. Yo es que en el móvil al menos desinstalé YouTube y solo uso newpipe/tubular, que no muestra publicidad e incluso el segundo es capaz de saltar la publicidad integrada en el vídeo. Cuando me interesa algo lo busco en el buscador y si el contenido de lo que veo me parece interesante me suscribo a ese canal y punto.
#0¿Cómo pueden estas generalizaciones y simplicidades generar tantos clics y convencer a algunos?
En parte por indignados como tú que comparten los enlaces. A eso juegan, a crear polémica para ganar visibilidad. Y con mas visibilidad los necios acaban tragando con el mensaje.
#7 Viendo los meneos con los que suele recrearnos #0, sospecho que su timeline en Youtube es un mix 30-30-30-10 de propaganda rusa, china, ultraizquierda antisistema y trumpismo.
Normal que le quieran colar ideogia machista sobre la mujer en casa y la separación de tareas. La familia tradicional, junto a la inmigración y la inseguridad son unos de los caballos de troya ultraderechistas
#0 lo digo sin acritud, por si te puede ayudar a recapacitar.
#3 No es del todo así, ¿eh?. A mí me recomienda historia, espaditas, pistolitas, motos, videoensayos de política y cultura y artes marciales y gimnasio, en prinicipio, porque es lo que suelo ver y buscar.
Pero aquí llega el problema.
YouTube ve "varón blanco joven acomodado interesado en artes marciales y motor e historia" y da por hecho que, dentro de lo básico que soy (cierto) que en el pack van rollos de incelismo y derecha. Supongo que algo similar le pasará a #0, que tendrá gustos que irán dentro de un "pack".
Anda que no me costó meses y meses entrenar al algoritmo para que me dejase de meter con calzador a Yordan Píterson y demás ralea. Con base en mis gustos, me recomienda cosas que estadísticamente presupone que me van a gustar, aunque las detesto. He dejado de ver vídeos de armas de fuego porque empezó a meterme mierda maga.
Instagram va un poco del mismo palo, pero además me mete cachondas por un tubo. Y sólo muy recientemente me empieza a poner memes comunistas, a los que doy like no tanto porque me gusten sino para dejarle claro que me importan una puta mierda Llados y Ben Shapiro.
#0 por aquí hay unos cuantos que se creen toda esa bazofia, supongo que precisamente por eso, las RRSS les están bombardeando día tras día con mierda y eso penetra en el cerebro
Yo hace muchos años lo califique como el virus del taxista, puesto que era una profesión donde pasabas mucho tiempo solo y acompañado de una radio (la COPE) que no dejaba de soltar espumarajos por la boca de sus presentadores y eso generaba que gente normal a los pocos meses de estar en el taxi se volviera bastante más agresiva en sus opiniones políticas y sociales... Y ahora con las redes está pasando lo mismo
#0 Tampoco te rayes; puede que te haya tocado la fibra en algún sentido, pero canales analizando cualquier aspecto de la vida hay por todas partes.
Si el algoritmo te envía eso no es por una conspiración ni una campaña que haya en marcha, simplemente ha detectado algún aspecto en lo que ves que cree que te puede interesar.
Lo único que lamento es que ahora me va a inundar Youtube de videos de estos chorra por haber entrado.
La trabajadora primero comprobaba si los boletos tenían o no premio, y luego, tras la consulta, compraba ella misma los que habían resultado premiados y vendía al público los que no
Y a los periodistas que corrijan la noticia
Concretamente, el modus operandi de esta trabajadora era comprobar si los boletos tenían o no premio para posteriormente cobrar los que resultaban premiados y, los que no, venderlos al público.