#1 Si se tiene estómago. Cuando ves a esa pandilla de bonachones riéndose mientras cuentan los crímenes que perpetraron y sus corruptelas da un asco para vomitar.
Toda esta gentuza haría del mundo un sitio mejor si simplemente disfrutaran del sexo y dejaran a los demás vivir tranquilos.
Pero no, prefieren una existencia miserable y llena de culpa, amenazando al prójimo y viviendo sus deseos con asco y arrepentimiento una y otra vez. Se odian a sí mismos mucho, y tienen que odiar a los demás para no sentirse tan mal.
A todo esto, el gorrino naranja está ganando millones a la semana con sus maniobras de enriquecimiento personal. Desde luego le está saliendo muy rentable la presidencia.
#1 Esto es como la religión. Si te salen bien tus inversiones es que el método es buenísimo y el tipo del libro es un gurú. Si te salen mal, es que no te has aplicado con suficiente entusiasmo y confianza.
Lo que te pasa malo siempre es culpa tuya: tus desgracias, no llegar a fin de mes, estar enfermo y que te pique una avispa en el prepucio.
Las cosas buenas son gracias a Dios y al neoliberalismo.
Parece un artículo ligero pero es abrumador.
La vida actual es para muchos insoportable. Trabajos desagradables y estresantes, mal pagados. Pero además la falta de apoyos, de amigos, de familia cercana, la soledad, la tristeza de habitar un mundo frenético y descarrilado que parece dirigirse al abismo, son razones para que posiblemente esta época sea el mayor paridero de adictos de la historia.
La mayor parte de la sociedad se vuelca en sus adicciones en silencio: el teléfono, internet, la visión compulsiva de series en plataformas, y quien va más allá, las clásicas: drogas y alcohol. Añadiría la adicción a sitios como Tinder, donde se busca la satisfacción de ser deseado, sin las incomodidades de ir más allá.
Yo fui uno de los que puso en cuarentena la información, porque el origen me parecía poco fiable, y porque ese origen (la tal Barbijaputa) no aportaba ninguna prueba fehaciente.
Personalmente creo que es bueno normalizar la desnudez, pero preferiblemente en familia y en sitios adecuados. Me parece estupendo ver en playas nudistas a familias pasando el día de manera normal. Sin embargo, un campamento gestionado por extraños y más aún, por monitores tan jóvenes (rondan los 20 años), no parece que sea el sitio para realizar una inmersión forzada en el nudismo, delante de otros muchos niños.
Si los monitores se creen esa pamema de la desexualización de la desnudez y tal me parece muy bien, pero no que experimenten con los hijos de los demás.
Los campamentos ya son experiencias difíciles para los niños más tímidos, así que imagino que asuntos como ducharse desnudos no ayuda mucho a esos niños, sino que les causa un estrés adicional. Esto es como quitarle a uno el miedo a base de sustos.
En fin, leyendo el comunicado oficial de la organización percibo un tufo de gente pasada de rosca que cree que el campamento es un sitio en el que volcar su forma de pensar y hacer pasar por el aro a los niños por ella. Y ya no lo digo por el rollito abertzale, sino por toda esa paja mental del transfeminismo y no sé qué, que creo que no pinta nada en un campamento al que los niños acuden a divertirse y disfrutar de la naturaleza.
#12 Y mañana exigirán otra cosa más porque lo dicta si religión. Y así vamos, el Opus por un lado y los islámicos por otro, intentando construir un sistema educativo a su medida.
#6 Un_señor_de_Cuenca 