En un barrio israelí pretenden que los dueños sean más cívicos en la recogida de excrementos del animal. Allí es frecuente ver cómo los perros defecan en plena calle y el propietario no recoge los excrementos. Por ello, han puesto en marcha un programa piloto con el que pretenden que los vecinos del lugar, propietarios de canes, sean un poco más cívicos. Los veterinarios municipales tomarán muestras de los excrementos encontrados en la calle y tras un simple análisis emparejarán el excremento del animal con el propietario.
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