Es una historia común en muchas ciudades europeas: edificios de oficinas de los años 60 que han caído en desuso, con instalaciones obsoletas, falta de demanda y una imagen de abandono. Lo habitual en estos casos es demoler y empezar de cero. Pero en Bruselas ha ocurrido algo distinto. Una torre destinada a desaparecer se ha convertido en ejemplo de lo que significa reimaginar lo existente. La antigua estructura se transformó en The Cosmopolitan: un edificio de 156 viviendas en el centro de la ciudad, diseñado por &bogdan.
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