Hace 11 años | Por faracowski a economia.elpais.com
Publicado hace 11 años por faracowski a economia.elpais.com

Diego Gil observa con frialdad un mapa cargado de chinchetas de colores. Detrás de cada uno de esos puntos hay una historias de gente que no pudo pagar la hipoteca o el alquiler. Padre de familia de 41 años, pantalón vaquero, camisa a cuadros, puede imaginarse cada una de esas historias. Desde hace 20 años es el cerrajero que acompaña a la comisión judicial encargada de desahuciar en Madrid a las familias que no pueden hacer frente a las letras de sus viviendas.

Comentarios

ElRelojero

Este es como el verdugo, que sabe a ciencia cierta y sin ninguna duda, que corta las cabezas a inocentes.

D

Siempre excusándose en que no son quienes hacen las leyes, que la culpa es de quienes las hacen y ellos solo las cumplen. Igualito a los policías.

Si tuviéseis medio gramo de alma y sentido común sabríais que si no apoyáis a quienes hacen las leyes y los dejáis solos, igual hasta hacemos poco a poco un mundo más justo.

faracowski

Con las cifras que da la noticia este hombre se debe levantar casi 500.000 euros al año.

D

#6 Te lo voy a decir de la manera más pulcra que puedo: no has visto un antidisturbios en tu puta vida más que por televisión.

La cosa funciona de la siguiente manera: tu estás manifestándote. Los antidisturbios cargan. Tu no optas a nada, básicamente porque no te da tiempo. Si eres veloz y estas lejos de los policías violentos solo corres, sino, corres y pillas. Donde pillar significa hematomas, mutilaciones y en algún caso la muerte.

coffee

#7 sigo viendo mayor crueldad en un deshaucio que en una carga policial

coffee

Se me caerían los huevos al suelo si tuviera que hacer ese trabajo.

p

#4 para antidisturbios tampoco servirías

coffee

#5 dentro de la fatalidad, el "disturbio" puede optar por irse o por recibir. El deshauciable no tiene opción.