Publicado hace 11 años por marlasinger a soplodepalabras.blogspot.com.es

Cada tortura, cada hora de aislamiento, cada traslado, cada escucha intervenida, si bien Alfonso, lo sufre en sus propias carnes, también es un golpe que deberíamos sentirlo como propio. La sociedad está siendo torturada, aislada. Está en un continuo traslado hacia la indiferencia. La sociedad, está intervenida.