La boda civil que pretendían un asturiano y una paraguaya fue denegada por el juez al entender que era un fraude. La pareja llevaba un tiempo conviviendo, pero no superó un test del juez al no recordar uno de los cónyuges lo que habían hecho un día determinado. El test incluye preguntas tan íntimas como el color de la ropa interior o el historial amoroso de los cónyuges. La única solución que les permitió casarse fue recurrir a la Iglesia. Artículo sobre el test:
www.lavozdeasturias.es/noticias/noticia.asp?pkid=385472