Los niños de tan sólo cinco años de edad son más generosos cuando son conscientes de que sus acciones están siendo observadas, según un estudio publicado en ‘PLoS ONE’ por Kristin Lyn Leimgruber y sus colaboradores de la Universidad de Yale.
La generosidad es un acto egoísta y además hipócrita.
Y los niños lo saben, aunque de mayores ya nos hemos esforzado suficiente en olvidarlo para pensar que es un acto altruista.
En realidad la generosidad lo que busca es la satisfacción personal, el reconocimiento, la fama, el sentirnos admirados.
Y todo eso es egoísta, es para quien ofrece la generosidad y no para quién la recibe.
Y además hipócrita, ya que se hace engañando y haciendo creer al resto que lo que se hace es para el receptor, mientras que en realidad quien lo hace lo está haciendo para sí mismo.
Comentarios
¿Sólo los niños?
Bueh...
La generosidad es un acto egoísta y además hipócrita.
Y los niños lo saben, aunque de mayores ya nos hemos esforzado suficiente en olvidarlo para pensar que es un acto altruista.
En realidad la generosidad lo que busca es la satisfacción personal, el reconocimiento, la fama, el sentirnos admirados.
Y todo eso es egoísta, es para quien ofrece la generosidad y no para quién la recibe.
Y además hipócrita, ya que se hace engañando y haciendo creer al resto que lo que se hace es para el receptor, mientras que en realidad quien lo hace lo está haciendo para sí mismo.
#3
Ahora en serio, la generosidad es necesaria para la sociedad, si no estamos todos perdidos amigo mio, y para prueba un mundo entero.
Normal, pa quedar bien.
Como Damien y por detrás te clavan el cuchillo