Cuarenta años nos separan de la trágica muerte de Nino Bravo. El 16 de abril de 1973 había salido a temprana hora de su casa de Valencia, conduciendo un BMW-2800, matrícula GC-66192, que había adquirido pocos meses antes en un local de compra-venta de automóviles cercano a su oficina de contratación, allí, en la capital levantina.
Comentarios
Ese sí que era un cantante y no un producto de mercadotecnia.
No hay mucho que contar, era el más grande, sin más.
Lo malo de haber escuchado a un cantante de este calibre es que todo lo demás ya te parece mediocre.