Otro milagro católico viral resulta ser sólo una bacteria y una ilusión. Hace aproximadamente un mes, una cuenta X/Twitter publicó una historia sobre un "milagro eucarístico" en San Antonio de Padua en Morris, Indiana. La cuenta transmitía una historia que una mujer acababa de enviar a su familia, explicando que una hostia de comunión consagrada se había caído accidentalmente al suelo. En lugar de tirarla, un sacerdote la puso en agua y "la dejó en el sagrario para que se disolviera". Hizo lo mismo con una segunda hostia que se cayó más tarde.
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