Ni laboratorio de políticas culturales, ni espacio de encuentro y participación. Esa parece ser la política cultural que el actual gobierno de José Luis Martínez Almeida pretende aplicar al proyecto Medialab-Prado. El Ayuntamiento no solo ha actuado contra diversos espacios autogestionados por la ciudadanía, sino que empieza a tocar dispositivos municipales que se habían creado para la participación ciudadana y el fomento de la innovación multidisciplinar desde la institución, como es el caso de Medialab-Prado.
Comentarios
Y con ello, además, se cargan casi seguramente, la candidatura del eje Prado Retiro a patrimonio de la unesco. Felicidades.
#3 Sus prioridades son las prioridades.
#8 Puede influir que, creo, esa candidatura la promovió el ayuntamiento de Carmena.
Es a lo que viene. Destruir el tejido social para que la sociedad pueda dividirse o atomizarse mejor. Resiliencia en declive, mayor marginalidad y menores posibilidades para según quién.
Hablando mal y pronto, joder a los pobres. Para eso están.
La españa que mendruga la cultura que quiere son procesiones y conciertos de Raphael y Taburete. Así que a joderse, perroflautas
#4 No te olvides de los toros. Es que nadie piensa en los toros??
Si no es la empresa de un amigo hay que destruirlo.
Lo cierto es que mientras que defendí que el cambio de director era rutinario (y lo es) esto hecho a toda prisa y con objetivo previsible de ceder el espacio a algún colega, tiene pinta de desmantelamiento del proyecto, ya que en Matadero tampoco es que les hayan dado un espacio propio como en principio era previsible. Y eso si toca un poco las narices. Teatros y salas expositivas tenemos unas pocas, pero este tipo de espacios tecnológicos brillan por su ausencia. Al final ha sido politiqueo y hechos consumados para que las quejas del siguiente pleno no vayan a ningún lado.
#1 Eso no es correcto, MP (o la serrería) pertenece a Madrid Destino, que es municipal, por lo que de hecho ya es "la empresa de un amigo" ç
Eso se ha dicho mucho, pero con el eje Castellana-Prado ahí, era una candidatura complicada en cualquier caso. Al ministro de cultura se la ha pelado igual
Vuelta a los años oscuros del Franquismo...
La pepesunia y sus secuaces son como Atila.