Hace 12 años | Por inref a elpais.com
Publicado hace 12 años por inref a elpais.com

El 10 de octubre de 2006, Josep Guardiola viajó en coche de Buenos Aires a Rosario para reunirse con Marcelo Bielsa. El encuentro entre dos tipos con visceral curiosidad infantil generó escenas impagables, tremendas disputas de concepto y, finalmente, consecuencias futbolísticas eternas, porque además de una relación fundamentada en el respeto, se gestó otra personal, basada en una...