Hay personas que, sin proponérselo, se convierten en un punto de inflexión para un país. Personas que, al defender un principio, terminan sacrificando casi todo. Entre ellas está Ana Garrido Ramos, funcionaria, denunciante, activista, empresaria, y, sobre todo, ser humano: excepcional. Puedo jurarlo ante un tribunal; su historia es la de cinco vidas vividas en una sola, y cada una de ellas explica por qué hoy necesita apoyo, cuidado y reparación.
|
etiquetas: corrupción , justicia , reparación
Ojalá que miles de personas lo hagan. Esta persona ha sido una heroina, sacrificando su vida por la verdad. Ha sido atacada sin piedad por el PP y sus esbirros