El derrumbe bursátil, que se frenó ayer momentáneamente con la drástica bajada de tipos en EEUU, se parece mucho a los sufridos por el mercado en las dos últimas grandes crisis financieras: 1998 y 2001. Ahora bien, la diferencia entre ambos precedentes es determinante: si nos encontramos en un entorno parecido al de 1998, la caída de la bolsa puede ser dura, pero durará poco y la recuperación será igual de violenta; pero si estamos en una repetición de 2001, prepárense porque esto va para rato. Para mucho rato.
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